Archive for diciembre 2010

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Land of Thousand Dances

19 diciembre , 2010

La versión más conocida de Land of Thousand Dances (La tierra de las mil danzas) es la de Wilson Pickett de 1966, aunque el tema es de 1962 de Chris Kenner. Su más famoso estribillo no tiene letra, aunque en la versión original sí que la tenía,  es el conocidísimo «na na na na na», según se cuenta a Cannibal el vocalista de Cannibal and the Headhunters, se le olvido la letra en una actuación cuando versoneaban el tema, y así se quedó.

Mi versión favorita es la de Ted Nugent, reconozco que las ideas políticas de este rockero me repelen, y tampoco  es mi guitarrista favorito. Aunque su versión del tema es mi preferido. Se dio a conocer en el álbum en directo Intesities in 10 Cities. Y recuerdo ver por la televisión española, en el programa Aplauso, a «la fiera de Detroit» interpretándolo, y desde entonces me encanta. Reconozco que es lo poco que he escuchado y me ha interesado del Nugent.

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Cómo explotar globos en una boda rusa

19 diciembre , 2010

Un curioso vídeo de cómo se divierten en una boda en Rusia. Y me gusta la forma de reventar los globos.

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Ciudad sin sueño

17 diciembre , 2010

En 1999 había un programa musical en TVE1 presentado por Miguel Bosé («Séptimo de caballería»), en uno de ellos recuerdo un especial dedicado a Enrique Morente, en el que interpretaba temas de su álbum Omega del año anterior. Entre ellos está un poema de Lorca:  Ciudad sin sueño , tema que tocaba con el grupo Lagartija Nick.

Aunque reconozco que el flamenco ni me va ni me viene, cuando vi esta interpretación, reconozco que me impactó y se me grabó en la memoria. Ya que recientemente ha fallecido Morente… pues, lo pongo para recordarlo.

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Berlanga y el Bondage

11 diciembre , 2010

Extraído en 100 españoles y el sexo de David Barbra:

«Yo no sé de dónde me viene esta pulsión erótica, pero es muy probable que mi madre tenga alguna responsabilidad en ella. Cuando era niño, se reunía con sus amigas alrededor de una mesa-camilla. Yo me escondía debajo y me pasaba la tarde viendo medias y zapatos. Nada se veía más allá de unos tobillos a menudo inflamados por las caminatas o las estrecheces masoquistas de la hebilla. Pensándolo bien, el calzado que usaban era horroroso. Pero a mi me ponía muy cachondo. También deben haberme influido mis lecturas de los libros de los jesuitas, de los mártires, de todo ese mundo de la Inquisición, de los santos a quienes asaban en una parrilla… Recuerdo cosas concretas: una portada de la Biblioteca Oro de la editorial Juventud, que hacía novelas del Oeste y policíacas. Era un dibujo de Bosch, un dibujante catalán estupendo. Aparecía una chica atada, con unos tacones fenomenales. Yo tenía doce años, y aquella imagen me marcó para siempre. En mi casa también comprábamos una revista americana llamada Detective, que trataba de crímenes e investigadores. Aparecían fotos de mujeres a las que habían detenido y esposado. Las recortaba y las guardaba. Así que, obsesionado con todas esas imágenes, enseguida comencé a atar a la gente. En los jesuitas, todos éramos de sexo masculino. Jugábamos a los indios y a mí me gustaba mucho hacer prisioneros. Sólo coincidíamos con las chicas en los recreos, y allí aprovechaba para atar a todas las que podía.»

Luis García Berlanga.


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Controladores aéreos y ética periodística

11 diciembre , 2010