El profesor de genética humana Bryan Sykes cree que el famoso monstruo en realidad es pariente del oso polar primitivo
EL CORREO
(18-10-2013)
El Yeti no existe, por mucho que Jesús Calleja lo busque, aunque los habitantes del Himalaya cuenten que lo han visto y que era terrorífico… El Yeti parece ser un oso, un pariente del oso polar primitivo nada más y nada menos. Así lo ha afirmado Bryan Sykes, profesor de genética humana. Sykes analizó muestras de pelo de dos animales sin identificar recogidas en Ladakh —India— y Bután, y determinó que su ADN coincide al 100% con el de una mandíbula de oso polar hallada en Svalband —Noruega— de entre 40.000 y 120.000 años de antigüedad. La mandíbula fosilizada encontrada en Noruega es de una época en la que los osos polares y los pardos se separaban en dos especies distintas.
«Creo que ese oso, que nadie ha visto vivo, quizás esté todavía allí y probablemente haya mucho de oso polar en él», afirmó Sykes a la cadena británica BBC, que también afirmó que el mito del famoso Yeti puede tener una «base biológica», ya que las muestras recogidas son de una criatura cazada cuarenta años atrás y de un pelo encontrado en un bosque de bambú hace diez años. «Todavía hay mucho trabajo que hacer para interpretar estos resultados. Eso no quiere decir que haya osos polares primitivos merodeando por el Himalaya. Es posible que se trate de una subespecie de oso pardo que descienda de los osos polares», señaló el investigador.
La investigación del profesor, puede acabar con una leyenda que lleva viva desde los años 50, cuando un escalador británico, Eric Shipton, publicó la foto de una enorme pisada que había encontrado en el Everest. Así se fue formando un mito alrededor del supuesto monstruo, acrecentando la leyenda con historias contadas por los aldeanos de la zona. Incluso ha llegado a ser perseguido por alpinistas y expertos. Reinhold Messner, la primera persona que coronó las 14 cumbres de más de 8.000 metros, ha dedicado media vida a buscar al Yeti tras un supuesto encuentro con esa criatura en el Tíbet, en 1986. El montañero mostró públicamente un manuscrito tibetano de 300 años que versaba «el Yeti es una variedad de oso que vive en regiones montañosas inhóspitas», lo que confirmaría la teoría de Sykes.
A raíz de esta investigación podría ser que la leyenda del Yeti terminase, decenas de años e historias han rodeado al famosos mosntruo, que por fin, descansa en paz.