EVOLUCIÓN Y AMBIENTE
13 febrero 2019
El medio ambiente se enfrenta a crisis profundas además del cambio climático. Un nuevo reporte ambiental publicado ayer por el IPPR del Reino Unido ha concluido que los cambios inducidos por el ser humano en el ambiente han alcanzado un estado crítico y que la ventana de tiempo para evitar consecuencias catastróficas se está cerrando rápidamente. Los políticos y legisladores de muchos gobiernos en el mundo no han comprendido la gravedad de las crisis ambientales que la Tierra enfrenta en la actualizad y que, de seguir su curso, desestabilizarán la civilización y la economía globales.
Los autores del reporte, expertos en ciencias ambientales y económicas, advierten que el problema es muy complejo y se agrava con la combinación de diferentes crisis individuales: el cambio climático, la extinción masiva de especies, la erosión de la capa superior del suelo, la deforestación y la acidificación del océano. Los cambios, dicen, están ocurriendo a un ritmo sin precedentes en la historia geológica reciente de nuestro planeta, es decir, en varios cientos de millones de años.
Algunas de las estadísticas que el análisis incluye son reveladoras. Desde 1950, el número de inundaciones en el mundo se ha multiplicado 15 veces; los eventos de temperaturas extremas, tanto bajas como altas, se ha multiplicado 20 veces; los incendios forestales, 7 veces. La pérdida de la capa superior del suelo es un problema olvidado pero cada vez más peligroso: desde 1950 el mundo ha perdido 30% de su tierra cultivable debido a la erosión. Ya que este tipo de suelo se está perdiendo de 10 a 40 veces más rápido de lo que los procesos naturales tardan en reponerlo, se espera que el 95% de las áreas cultivables del planeta se hayan degradado para el año 2050.
Los factores ya mencionados, el cambio climático, la erosión del suelo cultivable, la acidificación del océano, la reducción de la biodiversidad y la deforestación, son problemas actuales que, de seguir su curso, causarán la ruptura del sistema global de producción y abastecimiento de alimentos, el aumento extremo de precios y disturbios sociales, además de aumentar las presiones detrás de movimientos masivos de migración.
La pregunta es, ¿cuánta evidencia más es necesaria para que los gobiernos del mundo actúen de forma rápida y contundente? Porque aunque comprendan la gravedad de la crisis ambiental, muchos han tomado la decisión de ignorarla.
IIEH
Grupo36 