Son más abiertos y retan a la autoridad, aunque su autoestima no es tan elevada.
Se puede decir mucho sobre una persona con sólo analizar su gusto por la música. Especialmente si tiene una inclinación por el heavy metal contemporáneo. Investigadores de la Universidad de Westminster, en el Reino Unido acaban de centrar su atención científica hacia la música heavy metal y encontraron que muchos aficionados al heavy metal comparten un patrón particular de rasgos de la personalidad.
En un estudio publicado en Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts, un total de 414 participantes, de los cuales casi la mitad eran estudiantes universitarios, escucharon 10 canciones de bandas como Overkill, Enslaved, Disturbed y Cradle of Filth y clasificaron cuánto les gustaba. También respondieron cómo se identificaban con los cinco grandes rasgos de personalidad: su necesidad de singularidad, su autoestima, actitudes hacia la autoridad y la religiosidad.
Entonces, sucedió algo previsible: los fans del heavy metal eran más propensos a ser personas que no les gusta la autoridad, y les gusta sentir la necesidad de ser únicos, describe Shaunancy Ferro en Popular Science.
Disfrutar de heavy metal también se correlacionó con la apertura, posiblemente porque las personas con personalidades más abiertas se sienten atraídas por la música «intensa, atractiva y desafiante», como es el metal, escriben los investigadores. Curiosamente, los fans del metal en el estudio, tendieron a tener relativamente baja autoestima.
«La catarsis ofrecida por metales pesados puede, a su vez, ayudar a aumentar la autoestima y promover la auto-evaluación positiva entre los que tienen otra manera de baja autoestima», dice el estudio.
Sin duda, estos resultados podrían ser sólo aplicables a estos pocos cientos de ciudadanos británicos. Pero en términos más generales, «pueden ayudar a los estudiosos a entender mejor por qué algunas personas se sienten atraídas por la música poco popular o no-mainstream» concluyeron los investigadores.
«En vez de crear estereotipos aficionados como desviado, antisocial o violento, este estudio puede ser más fructífero para entender las necesidades psicológicas que llenan el heavy metal contemporáneo para algunas personas.»